sábado, 11 de agosto de 2012

Eyup

Dubih dubih duh.
¿Hace cuánto tiempo no publico? ¿Un mes, dos? ¿Tres como máximo? Bah, como sea. Si prometo que vuelvo a publicar regularmente de seguro me cuelgan usando mi lengua como soga, por charlatana.

Joder, es que estoy segura, segurísima, de que lo único que prometo y no hago es publicar en este blog, ni que alguien lo leyera, al fin y al cabo.

Pero es que tengo esa necesidad, siento que necesito publicar algo, porque si, porque mi memoria lo necesita y si no se lo doy no recordaré nada. Mi memoria es un asco, está podrida y sin uso alguno, tiene instalado un programa que borra todo en un límite de tiempo. Si me preguntasen lo que hice ayer, yo respondería "Anda, tío, no sé".

Mientras no me digan que tengo Alzheimer, no hay problema en lo absoluto. Por cierto, tuve un sueño extraño, este sueño consistía en que estaba en una especie de casa abandonada, a oscuras y con un...un...Link café, estábamos recorriendo la casa y al final estaba el boss; un calamar (mensajes subliminales en mi mente)-electrodoméstico. Ah, y si, le ganamos.